Psalms 128

Contra los enemigos de Israel

1
1. Salmo profético en que el probado Israel, a quien Yahvé ha liberado del yugo de todos sus enemigos (versículo 5), como en los Salmos 117 y 123, etc., canta su agradecimiento al divino Libertador, que también lo librará de todas sus iniquidades, como se ve en Salmo 129, 8. Desde mi mocedad: Desde los tiempos patriarcales, cuando Israel aún no era pueblo (cf. Jeremías 2, 2) le tocó ya la esclavitud de Egipto. ¡Cuántos males no tuvo desde entonces! Cf. Salmos 77; 78; 106; Isaías 27, 12 y 15; Jeremías 3, 25; Oseas 2, 15; 11, 1, etc.
Cántico gradual.
Mucho me han combatido
desde mi mocedad,
exclame ahora Israel;
2
2. Mas no concluyeron conmigo: Impresionante oráculo que señala el milagro del pueblo israelita como testigo de Dios a través de toda la historia. “Por violentos y múltiples que hayan sido los ataques dirigidos contra Israel, jamás han conseguido aniquilarlo” (Fillion). Y no es solo una supervivencia material, pues el hecho de que estemos estudiando este Salmo hebreo al cabo de tres mil años muestra cómo el espíritu que animó al verdadero Dios a través de Israel vive aún no obstante el trágico paréntesis que se abrió para él en Hechos 28, 28 y que se cerrará en Romanos 11, 25.
mucho me combatieron desde mi mocedad,
mas no concluyeron conmigo.
3Sobre mis espaldas araron los aradores;
abrieron largos surcos;
4
4. El hebreo se refiere a las cuerdas que los ataban al yugo de los gentiles (versículo 3). Menos exacto parece el texto de los LXX y la Vulgata: cortó las cabezas.
mas Yahvé, el Justo,
ha cortado las coyundas de los impíos.
5
5. Cf. Salmos 24, 4; 34, 4; 39, 15, 69, 3, etc.
Retrocedan confundidos cuantos odian a Sión.
6
6. Antes de crecer ; Vulgata: antes que la arranque. Imprecación que asigna un destino trunco a los enemigos del pueblo de Dios. Cf. Salmo 121, 6; Isaías 41, 11 ss.; Joel capítulo 3 y notas.
Sean como la hierba de los tejados,
que se seca antes de crecer.
7No llena de ella su mano el segador,
ni su regazo el que hace gavillas.
8
8. Alude a la costumbre oriental de que los transeúntes feliciten a los secadores por la copiosa cosecha (cf. Rut 2, 4). No lo harán cuando vieren la miserable cosecha de los enemigos de Israel. Cf. Salmo 117, 25 s. y nota.
No dicen los transeúntes:
“La bendición de Yahvé sea sobre vosotros.”
“Os bendecimos en el Nombre de Yahvé.”
Copyright information for SpaPlatense